La primavera árabe ha despertado en Marruecos. El Mahdi, el Esperado, el Iluminado ha llegado. Y con él, su dinero. En un pueblo al sureste del país, una masa de seguidores ha iniciado su particular marcha pacífica para desalojar al Rey de la capital. Pretenden llegar hasta Rabat si éste no lo impide. Pero a medida que el Esperado avanza, sus seguidores son más, y se van reforzando con todo tipo de gentes y de material, tanto civiles como militares… Y tiene un plan. La guerra civil en Marruecos se está gestando y ya nadie la puede evitar. Pero en España, algunos altos mandos y del Gobierno, temen que el movimiento del Mahdi mire también hacia el norte, hacia las ciudades autónomas. En ese caldo de cultivo, un pequeño grupo de generales españoles, cansados de los continuos recortes y de ver mermadas las capacidades del ya exiguo ejército, planea en secreto atraer la inminente guerra hasta las puertas de Melilla.
Un presidente que no deja de querer cambiar las cosas, a pesar de los viejos y nuevos partidos políticos y una cúpula militar que verá puesta a prueba la capacidad de unas FFAA exprimidas al máximo en misiones internacionales, tendrán que hacer frente a una guerra a las puertas de una ciudad española. Con Europa mirando para otro lado, salvo franceses, que sólo velan por sus intereses en Marruecos, y estadounidenses, más preocupados porque el rey alauita no caiga, España se verá metida en un conflicto entre marroquíes que atraerá a todo tipo de oportunistas y mercenarios. Sin poder confiar en sus aliados, se verá sola. Si no maneja bien la crisis, salpicará a todo el Magreb y al inestable Sahel.
 Los servicios secretos entrarán en una carrera frenética para ver quién está detrás del Esperado y de su poder económico. Militares y civiles serán puestos a prueba… ¿Está preparada la sociedad española para una guerra moderna…? ¿Y para contar los muertos? 
Aquí te verás inmerso en un thriller bélico que te enganchará desde el principio y ya no te dejara hasta su final. Vivirás los combates aéreos, pasarás por la vorágine del habitáculo de un carro de combate, por las vicisitudes de un pelotón de legionarios y de paracaidistas, por el trabajo en la sombra de unos espías españoles...